En el desarrollo de soluciones de inteligencia artificial generativa, dos términos aparecen una y otra vez: RAG (Retrieval-Augmented Generation) y Fine-tuning. Ambos métodos permiten personalizar el comportamiento de los modelos de lenguaje (LLMs), pero lo hacen de formas radicalmente distintas.
El fine-tuning modifica el modelo desde dentro, reentrenándolo con datos específicos, y el RAG lo complementa desde fuera, dándole acceso a información nueva y actualizada en tiempo real.
En este artículo de Shakers te explicamos las diferencias clave entre ambos, sus ventajas, limitaciones y los escenarios en los que cada uno resulta más adecuado.
Qué hace cada técnica de IA
Fine-tuning
El fine-tuning consiste en reentrenar un modelo preexistente con datos adicionales para adaptarlo a un dominio o tarea concreta.
Por ejemplo, si un modelo general sabe escribir correos o responder preguntas básicas, tras un proceso de fine-tuning puede transformarse en un asistente experto en derecho fiscal español o en atención al cliente para una marca específica.
En la práctica, esto implica modificar los parámetros internos del modelo para que aprenda los patrones lingüísticos, el tono y la terminología del nuevo conjunto de datos.
RAG
Por otro lado, el RAG (Retrieval-Augmented Generation) no toca el modelo en sí. En lugar de modificarlo, le da acceso a una base de conocimiento externa (bases de datos, documentos internos o la web).
Cuando el usuario hace una pregunta, el sistema busca información relevante, la “inyecta” en el contexto del modelo y este genera la respuesta final combinando su conocimiento previo con los datos recién recuperados.
Así, el modelo RAG no necesita ser reentrenado como el fine-tuning: simplemente aprende a consultar las fuentes adecuadas en tiempo real.
En resumen:
- Fine-tuning = el modelo aprende nueva información.
- RAG = el modelo consulta información nueva cuando la necesita.
Impacto en la personalización
El fine-tuning proporciona una personalización profunda y duradera. Tras el reentrenamiento, el modelo incorpora de forma nativa los conocimientos, el estilo y las reglas de tu dominio. Es ideal cuando quieres que tu IA “piense y hable” exactamente como tu empresa, sin depender de fuentes externas.
Por ejemplo, una aseguradora puede crear un modelo ajustado que responda con su tono corporativo y conozca todos sus productos, incluso sin conexión a internet.
RAG, en cambio, ofrece una personalización dinámica. El modelo mantiene su estructura original, pero puede acceder a información actualizada cada vez que se le consulta. Esto es fundamental para empresas que manejan datos en constante cambio, como precios, regulaciones o catálogos de productos.
En lugar de reentrenar el modelo cada vez que algo cambia, simplemente se actualizan las fuentes de información que RAG consulta.
Precisión y actualización del conocimiento
El fine-tuning ofrece respuestas más naturales, rápidas y consistentes porque el conocimiento está integrado directamente en el modelo. Sin embargo, su mayor desventaja es la obsolescencia: una vez entrenado, el modelo no sabe nada nuevo. Si la información cambia, hay que repetir el proceso de fine-tuning (costoso y lento).
RAG soluciona ese problema al separar el conocimiento del modelo. La IA consulta fuentes externas actualizadas antes de responder, lo que garantiza precisión incluso cuando los datos cambian a diario.
No obstante, su dependencia de la calidad de esas fuentes implica que la respuesta puede variar según la disponibilidad o relevancia del contenido recuperado.
Por resumirlo así, el fine-tuning sabe menos, pero lo sabe muy bien; RAG sabe más, pero depende de dónde lo busca.
Costes e implementación
El fine-tuning requiere un proceso de entrenamiento que consume recursos de hardware (GPUs), tiempo de ingeniería y validación humana. También necesita mantener versiones actualizadas del modelo, lo que implica costes de almacenamiento, energía y personal especializado.
Es una inversión mayor, pero a cambio ofrece control total y rendimiento óptimo en tareas repetitivas.
El RAG, por su parte, es más rápido y económico de implementar. No hay que reentrenar el modelo, solo configurar la infraestructura que conecta el LLM con la base de datos vectorial o la fuente de información. Su coste principal proviene del mantenimiento de esas fuentes y de las consultas realizadas, pero no de entrenamiento intensivo.
Por eso, RAG suele ser la mejor opción para empresas que buscan reducir inversión inicial y acelerar la puesta en marcha de su sistema de IA.

Cuándo usar fine-tuning y cuándo RAG
El fine-tuning es la opción adecuada cuando tu prioridad es la coherencia, la precisión y la personalización total del modelo.
Funciona mejor en entornos donde el conocimiento cambia poco, como atención al cliente interno, análisis jurídico, generación de documentación técnica o traducción especializada. Su mayor ventaja es que el modelo se comporta de manera consistente y responde en segundos, sin depender de fuentes externas.
El RAG, en cambio, brilla cuando tu empresa necesita mantener la información siempre actualizada o trabaja con datos extensos y cambiantes. Si gestionas documentación viva (manuales, políticas, precios o normativas), esta arquitectura te permite conectar la IA a tus fuentes internas sin necesidad de reentrenarla.
Es ideal para asistentes de conocimiento, buscadores corporativos, chatbots documentales o aplicaciones donde el contexto cambia a diario.
En muchos casos, las empresas optan por una combinación híbrida: un modelo entrenado mediante fine-tuning con el estilo y tono de la marca, y una capa RAG encima que aporta información reciente. Esta mezcla ofrece lo mejor de ambos mundos: personalidad y precisión.
Tabla de diferencias entre RAG y Fine-tuning
| ASPECTO | RAG | FINE-TUNING |
| Funcionamiento | Busca información en fuentes externas en tiempo real | Se entrena de nuevo con datos específicos |
| Actualización del conocimiento | Continua y dinámica: accede siempre a datos actualizados | Estática: requiere entrenamiento si la información está obsoleta |
| Coste de implementación | Bajo a medio, no requiere GPUs para entrenamiento | Alto, necesita recursos de cómputo y especialilstas |
| Tiempo de despliegue | Rápido, basta con conectar fuentes de datos | Más lento, depende del tamaño del dataset y el entrenamiento |
| Precisión y consistencia | Según la calidad y relevancia de las fuentes añadidas | Alta consistencia en tareas muy específicas |
| Mantenimiento | Actualización de fuentes o índices | Entrenamientos periódicos |
| Personalización | Superficial, respuestas adaptadas al contexto | Profunda, el modelo adopta comportamiento y estilo propios |
| Escenarios ideales | Datos cambiantes, búsqueda documental, chatbots corporativos | Procesos estables, atención personalizada, modelos especializados |
| Ejemplo típico | Asistente conectado a documentación interna actualizada | Modelo ajustado al tono y conocimiento de una marca |
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