Hay un momento en toda empresa en el que el crecimiento deja de sentirse como una buena noticia y empieza a convertirse en un reto: más proyectos, más personas, más decisiones… y menos tiempo.
Si conoces esta situación, probablemente tu empresa ya está lista para contar con un COO (Chief Operating Officer).
¿Que cómo saberlo exactamente? Aquí te contamos cuándo se necesita un COO y qué señales indican que ha llegado el momento de incorporar a alguien que ponga orden, foco y dirección en tus operaciones.
1. Cuando todo depende del CEO (y empieza a pasar factura)
En las primeras etapas, es normal que el fundador lo haga todo: contrata, gestiona, planifica, negocia y supervisa. El problema llega cuando la empresa crece más rápido que su capacidad de gestión.
El CEO se convierte en el cuello de botella de todas las decisiones y su día a día se llena de tareas operativas que le alejan de lo realmente importante: pensar en el futuro del negocio.
Un COO entra para liberar al CEO del día a día operativo, tomando el control de los procesos, la organización y la ejecución.
2. Cuando los equipos trabajan, pero no en la misma dirección
Uno de los síntomas más claros de que necesitas un COO es la falta de alineación entre departamentos.
Marketing lanza una campaña que ventas no puede asumir. Operaciones promete plazos que el equipo de producto no puede cumplir. Contabilidad no tiene visibilidad de los costes reales.
En este punto hace falta coordinación, y el COO es quien actúa como un puente entre áreas para alinear objetivos, recursos y prioridades.
3. Cuando hay crecimiento… pero sin control
Tu empresa vende más, contrata más y mueve más volumen que nunca, pero los beneficios no aumentan al mismo ritmo. Esto suele ocurrir cuando el crecimiento no viene acompañado de estructura.
Sin procesos claros, cada nuevo proyecto genera más fricción, más errores y más costes ocultos. El COO define sistemas, establece KPIs y crea una cultura donde el crecimiento se sostiene sin depender del caos o de la improvisación.
4. Cuando las decisiones se toman por intuición y no con datos
Muchas empresas alcanzan un punto en el que necesitan pasar de la intuición al análisis. Saben que algo no va bien, pero no logran identificar qué ni por qué.
Un COO introduce herramientas, métricas y cuadros de control que permiten tomar decisiones basadas en información real. Su enfoque convierte las operaciones en algo medible y optimizable, ayudando a detectar ineficiencias y anticipar problemas antes de que afecten a la rentabilidad.
5. Cuando se quiere escalar, pero no se sabe cómo
Tu empresa tiene potencial, producto y clientes, pero el crecimiento se ha estancado porque los procesos no acompañan. Además, cada nuevo cliente multiplica la carga de trabajo o cada lanzamiento implica rehacer medio sistema.
Aquí, el COO se convierte en el arquitecto del crecimiento: crea la estructura necesaria para escalar sin perder eficiencia, define roles, implementa herramientas y diseña un modelo operativo capaz de soportar la siguiente etapa.
6. Cuando ya es hora de profesionalizar la gestión
Muchos negocios familiares, pymes o startups llegan a un punto en el que necesitan pasar de la improvisación a la gestión profesional.
Así, el COO profesionaliza el negocio desde dentro: documenta procesos, estructura responsabilidades y genera hábitos que preparan a la empresa para atraer inversión, crecer con orden o incluso expandirse internacionalmente.

El problema: no todas las empresas pueden permitirse un COO a tiempo completo
Reconocer la necesidad de un COO no siempre significa poder asumirlo. Y es que un perfil directivo de operaciones a jornada completa puede suponer un coste elevado, especialmente para empresas en expansión o en etapas de cambio.
Ahí surge un dilema: necesitas un COO, pero no puedes contratarlo en plantilla. Por suerte, existe una alternativa más flexible: el COO Fractional.
El COO Fractional, la solución para escalar sin descalabrar el presupuesto
Un COO Fractional ofrece el mismo conocimiento y liderazgo que un COO tradicional, pero trabaja por proyectos o con dedicación parcial, adaptándose al tamaño y necesidades reales de tu empresa.
Este modelo permite acceder a talento directivo de primer nivel cuando más lo necesitas, sin compromisos largos ni costes excesivos. Por eso, es ideal para startups, scaleups o pymes que buscan profesionalizar sus operaciones sin perder flexibilidad ni velocidad.
El COO Fractional entra, diagnostica, estructura y optimiza. En cuestión de semanas, transforma el caos en método y el esfuerzo en resultados.
Cómo Shakers conecta a tu empresa con el COO Fractional que necesita
En Shakers, analizamos, validamos y seleccionamos a los mejores COOs Fractional del mercado, profesionales con trayectoria demostrada en operaciones, escalabilidad y liderazgo de equipos.
Solo tienes que crear tu proyecto, explicar tus objetivos y los retos que quieres resolver. Luego, nuestra tecnología de matching con IA detectará los perfiles que mejor encajan con tu empresa, tanto por sus habilidades como por su forma de entender la gestión y la cultura organizativa.
En pocos días, estarás trabajando junto a un COO que convertirá tus planes en acción, definiendo procesos, prioridades y estrategias que harán que todo funcione mejor.
Y mientras tanto, nosotros nos ocupamos de todo lo demás: documentación, pagos por hitos, seguimiento y soporte, para que tú solo te centres en escalar tu empresa con la ayuda del talento adecuado.
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