Un Product Manager, también conocido como Jefe de Producto o Responsable de Producto es ese profesional que, dentro de una organización, es responsable de identificar las necesidades del público, diseñar un producto que pueda satisfacerlas y vigilar todo el proceso productivo del mismo.
Como puede entenderse de lo dicho, se trata de un puesto de alta responsabilidad, especialmente dentro del proceso de crecimiento de una startup.
Normalmente, el perfil de un Product Manager está asociado a varias especializaciones profesionales, por lo que se trata de una persona con una capacidad de aprendizaje constante, inteligencia emocional y habilidades de liderazgo.
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La realidad es que la respuesta es compleja. Las funciones de un administrador de producto son variadas, pero todas giran en torno a asegurarse que el producto sea diseñado, producido, distribuido, y comercializado adecuadamente.
Este es el punto inicial de toda empresa emergente que desea lanzar un nuevo servicio al mercado. El head of product ha de observar con inteligencia el estado de cosas y, en él, encontrar alguna necesidad, anhelo, búsqueda u oportunidad.
Ese será, en esencia, el filón sobre el cual deberá ponerse a trabajar para acabar dando lugar a un producto definitivo.
Una vez lleva a cabo la identificación de una oportunidad de negocio entre el público, es hora de que pase a idear, aunque sea en abstracto, el producto que se querrá fabricar.
Nosotros sabemos que este es uno de los puntos más difíciles, pues en él se asientan las bases del resultado final. En todo caso, precisamente es en esa dificultad en la que radica el reto y la emoción.
Es muy difícil que una sola persona lleve a cabo todo el proceso de crecimiento de la startup sobre sus hombros. Por ello, es también responsabilidad del head el hecho de ser capaz de formar a un equipo útil, que sea capaz de enfrentarse a todos los retos que, con total seguridad, irán surgiendo a lo largo de todo el proceso.
Tendrá que incluir a todos los perfiles necesarios, así como crear las sinergias necesarias para que sepan trabajar conjuntamente.
Hasta este punto se han ido tomando decisiones de enorme importancia, pero todavía falta dar respuesta a una solución clave: el proceso productivo en sí mismo. Este es el momento en el que se ha de diseñar, paso a paso, el camino que va a seguirse hasta llegar al resultado final. Se ha de tratar de predecir cuáles serán los potenciales problemas y puntos críticos para, de antemano, darles solución. También tendrán que calcularse los recursos necesarios y la mejor manera de distribuirlos.
Imaginemos que el producto ya ha sido totalmente desarrollado en el seno de la startup, ¿podemos decir que las tareas del head han acabado? La verdad es que no. Todavía queda un punto esencial: vender el producto. Es aquí donde tendrán que diseñarse planes de ataque de mercadotecnia, tratando de dar publicidad al producto y de atraer clientes a él.
En conclusión, ya se puede decir que se conoce de qué manera y a través de qué habilidades un head of product actúa dentro de una startup. La responsabilidad es muy alta, por lo que también lo es la satisfacción que sienten al observar cómo, poco a poco, el proyecto va saliendo hacia delante.